Una de las estrategias lingüísticas del capitalismo es la de vaciar de significado los significantes del mundo de la política, usándolos en mundos aparentemente neutros u objetivos. Por ejemplo, en el momento en que un locutor de fútbol utiliza la palabra ‘reivindicar’ de forma metafórica para explicar algún aspecto determinado del juego, la semántica política comienza a vaciarse. Cuanto más se repita esta palabra, en este contexto, futbolístico o deportivo, más se va vaciando de connotación política.
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